Es increíble que viendo tutoriales de Blender y con la ayuda de unos pocos colaboradores como Constantine Huns en el caso de la producción por mencionar alguno, haya podido crear algo como Flow, una película que hasta Guillermo del Toro no dudó en llamar el futuro de la animación. De cierto modo Zilbalodis hizo enteramente la película porque estuvo involucrado prácticamente en todas sus facetas, creación, idea, guion, animación, banda sonora, no es que haya hecho todo solo sino que estuvo involucrado en todo, en mayor o menor porcentaje, pero su manos, mente y corazón están profundamente incrustados en esta película.
Sin embargo, como ya mencioné, no estuvo solo, el tuvo colaboradores clave, que aportaron técnica y conocimientos imprescindibles para conseguir un producto audiovisual tan hermoso. En 2022 el proyecto creció al llamar la atención de productoras belgas y francesas como Take Five y Sacrebleu productions, el proyecto duró 5 años, y un dato curioso es que el estudio creado por Gints, llamado Dream Well Studio, era tan pequeño que cabía en una habitación, aunque en total eran unas 20 personas en el equipo, jamás trabajaron más de 4 o 5 al mismo tiempo.
Hablemos de la herramienta de trabajo elegida por el director, el software libre Blender.
Blender: El taller universal de creación digital.Es un software libre y gratuito para modelado 3D, animación, edición de video, escultura digital, efectos visuales, y más. Pero detrás de lo técnico, hay una filosofía:
1. Libertad sin ataduras
· No requiere licencias ni suscripciones. Es tuyo desde el primer clic, como un lienzo en blanco.
· Lo usan desde estudiantes hasta estudios indie.
2. Una navaja suiza del arte digital
· Puedes hacer modelado: Crea mundos, personajes o muebles hiperrealistas.
· Animación: Desde cortos íntimos hasta secuencias épicas (como Flow) y un largo etcétera.
Pero lo mejor es que Blender es una herramienta libre, una espada capaz de romper las cadenas de los monopolios creativos, un territorio libre para el arte 3D y la animación. Blender ha servido para romper paradigmas demostrando que cuando se creía que el límite para tener éxito en la animación eran presupuestos millonarios, programas carísimos, licencias y suscripciones, lo que en realidad se necesitan es esfuerzo, creatividad y talento.
Flow se renderizó con el motor de renderizado Eevee herramienta que forma parte de Blender, cada render tardó entre 0.5 y 4 segundos en renderizarse, y Gintz lo hizo en su propia computadora, no hubo composicón en postproducción, todo se iluminó y ajustó en Blender, tampoco hubo Storyboard, el director planeaba y diseñaba todas las escenas directamente en la producción 3D. Se usaron addons especiales como Geo Scare, que es un addon un complemento de dispersión que sirve para colocar plantas, flores, árboles y otros elementos y también el flit fluids addon, el cual fue desarrollado exclusivamente para efectos de agua, también utilizaron celular fluids addon, vagepage generation, bag p rain generator y copy goal.
Un gran problema que enfrentó el equipo de trabajo fue, que siendo Blender software libre, tenía constantes actualizaciones, de hecho el director comenzó usando la version 2.8 del programa, y durante el proceso de producción llegaron hasta blender 3.6, en cada cambio ocurrieron problemas desde ciertas detalles menores hasta archivos completamente rotos. En principio no hubo muchos problemas al trabajar los equipos de forma indepentiente, pudiron incluso aprovechar mejoras como Evee o Geometry nodes, pero a partir de que el equipo creciera en 2023, todos los equipos trabajaron exclusivamente en la versión 3.3 de Blender. Para evitar problemas de incompatibilidad el director migró, los archivos a la versión 3.6 para la iluminación final.
La historia del gatito negro al que seguimos durante la película de cierto modo refleja la historia misma del director, en principio le tiene miedo al agua, porque no es su estado de confort moverse en el agua, como es natural siendo un gato, y en segundo lugar es una gato solitario, al que no le gusta trabajar en grupo y menos liderarlo, pues el buen Gints era igual estaba cómodo con su forma de trabajar y tuvo que sumerjirse en algo totalmente ditinto, era un artista independiente que trabajaba solo y tuvo que aprender no solo a trabajar con un grupo de colaboradores sino a liderarlo.
En nuestros tiempos es difícil decir si el cine es arte o es industria, con películas cada vez más genéricas y llenas de cliches, con re inicios o peliculas basadas en video juegos, libros, comics, animes, series, etc. Flow es una muestra de que en la libertad, en los creativos independientes alejados de los estudios millonarios, en los artesanos del software libre es donde aún hay arte e inspiración. Gints Zilbalodis dijo en una entrevista que Flow es cine de autor, es decir él no solo dirige una película por encargo, esperando un pago, es un proyecto suyo, hecho con amor, con herramientas que también ama como Blender, fue dueño de sus decisiones porque Flow es su historia, él la dirige y la explica no porque se lo hayan encargado, sino por amor al arte, a su arte, porque cree que tiene algo que dicer con este bello producto audiovisual.
Flow fue realizada por apenas no más de 20 personas, trabajando al mismo tiempo entre 4 y 5 personas, durante 5 años, cuando otras películas y estudios necesitan cientos de millones de dólares, Flow se realizó con apenas 3.8 millones de dólares o 3.5 millones de euros que es lo mismo. Como datos interesantes, tanto cuando ganaron el globo de oro, como cuando ganaro el oscar, el equipo se fue a celebrar a un pequeño restaruante de comida rápida, al recibir el premio óscar Gints agradeció a sus padres, su equipo, sus mascotas y a Blender, tremendo detalle.
Para finalizar, mis conclusiones Flow es una película hermosa, una bofetada en la cara de los ejecutivos de los grandes estudios, un recordatorio de que el límite que se pongan los artistas no debe ser el valor de un software, o los millones en presupuesto de un estudio, sino su libertad para crear, su pasión y sus ganas de transmitir a través del arte. Como amante del arte puedo decir que es una joya, yo ya vi la película y simplemente me encantó.
Y como amante del software libre, también estoy feliz, Flow es la prueba viva de que el arte puede realizarse por un estudiante con un salario modesto en México, por un artesano curioso en El Salvador, por un vendedor de café en Argentina, en una computadora con GNU/Linux, y que ese arte puede llegar tan lejos como para sobrepasar en los podios a todo ese software cerrado hambriento de nuestros datos y nuestro dinero, entregando un producto de calidad, hecho con esfuerzo y amor, pero sobre todo con libertad, así que solo me queda decir: ¡Larga vida al Software libre!
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